Caminaba rápidamente. Comenzaba a pensar que aquel bosque no tenía final. Ya mis pies no soportaban un paso más. Vi aquel hermoso árbol. Me acerqué a él. Quería sentarme a su sombra. Descansar. Llegué. Me posé en su regazo y apoyé mi cabeza en su tronco. Inmediamante fui invadida por un intenso sueño. No aguanté y me quedé dormida.
Soñe cosas maravillosas. Vivía en un mundo perfecto donde mis cosas favoritas estaban siempre presentes. Mis canciones, mis colores, mis olores. Era mi mundo ideal... Me desperté. Estaba como encantada.
No quería irme de allí. Quería volver a dormir. Memoricé mil veces el camino que me llevó al árbol y desde ese momento aquel lugar se convirtió en mi favorito. Mi refugio. Mi escape.
Diariamente iba a soñar al árbol. Un día llegué y no lo vi. Pensé que había olvidado el camino. Di vueltas por todas partes. Busqué y busqué. Estaba segura que ese era el lugar. Nunca lo olvidaría. Entonces miré al suelo. y... allí estaba. Tirado.
Al parecer había sido víctima de algún leñador asesino. Me arrodillé frente a él y lloré hasta que mis ojos se cansaron. Se había terminado mi mundo de maravillas, de ensueño. No creía poder seguir viviendo sin aquellos sueños dorados que me hacían soportar la realidad gris.
Después de un largo rato decidí sacar mis sueños de aquel árbol sin vida. Recordé que tenía en mi mochila una jeringa.
La saqué. Inyecté el árbol y extraje todos mis sueños, mi mundo maravilloso. Me disponía a inyectarlos a otro árbol, entonces me dije, si los pongo en otro árbol estaré atada a él también para poder soñar. Miré mi brazo y sin pensar demasiado me inyecté mis sueños justo en las venas. Inmediatamente sentí un cambio brusco de ánimo. Cerré mis ojos y al abrirlos nuevamente ¡estaba en mi mundo maravilloso!. Siempre viviré allí. Ahora mis sueños corren por mis venas, son parte de mi.
2 comments:
hehe, que heironama :P.
no mentira.
Muchas veces entregamos nuestros sueños a cosas y personas a alguna razon para que sean, olvidandonos de que realmente vivimos para nosotros,
que somos el fin y la razon para vivir, y siento que tu cuento, me recuerda ese deseo de volver a reencontrar la capacidad de so~ar inspirado en uno mismo, inspirado en lo que podemos disfrutar de ser, en si.
Muy creativo y curioso :P
Afectos, desde una torturante ma~ana, tras dormir escasas horas,
este personaje, hasta el final de sus dias,
Maldito Creativo
Gracias a la vida, aún nos queda la oportunidad de soñar, eso nada ni nadie nos lo puede quitar...
Gracias por la visita maldito creativo.
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