Tuesday, October 30, 2007

... y volvió a ser de piedra

Con entusiasmo caminaba por la grandiosa ciudad de piedra. Aquella, poseedora de inmensas estatuas sin vida ni sentimientos, pero con una indiscutible capacidad para deslumbrar.
Había escuchado que existía una estatua en el centro de la ciudad que era la más grande y espectacular de todas. Llegué hasta donde estaba. La observé desde los pies hacia arriba, hasta llegar a los ojos, los cuales miré por unos instantes. Vi como en ellos se encendió un brillo peculiar, mientras todo su cuerpo de piedra fue cobrando vida. Yo, inmóvil, sólo podía contemplar aquel increible espectáculo.
Cuando su cuerpo ya era como el de un humano, se acercó a mi y me besó. Fue un beso cálido y tierno con el cual ganó mi confianza. Caminamos mientras me contaba cómo era la vida de una estatua de piedra. Me habló de la frialdad, de vivir sin sentimiento alguno. Sentí lástima por él. Me abracé a su pecho sólo para descubrir que su corazón no emitía ningún sonido. ¡No se escuchaban latidos!
Al darme cuenta del engaño, decidí dejarlo continuar su teatro y descubrir sus verdaderas intenciones.
Seguimos caminando mientras continuaban las historias sobre su amarga vida de piedra. De pronto me abrazó y sin darse cuenta de mis sospechas, sacó una daga. yo, como estaba en alerta, tuve tiempo de quitársela y sin pensar en lo que ocurriría, razgué su pecho. ¡Fue increible lo que vi!, ¡era un disfraz! una copia barata de piel humana, la cuál se desparramó en el suelo dejando al descubierto su cuerpo de piedra. Intentó decirme que todo lo había hecho por conseguir ser un verdadero humano, algo que sólo podía lograr derramando sangre humana. Tomé la palabra y le grité: ¡vuelve a ser de piedra!
... y en ese momento su cuerpo fue perdiendo poco a poco el movimiento que le quedaba, mientras yo, a su vez, perdía la poca fe que tenía.

Thursday, September 27, 2007

Del lado contrario en mi cama

La otra noche me acosté del lado contrario al de siempre en la cama.
Soñé que daba vueltas en el espacio y que todo a mi alrededor cambiaba de verde a rojo...
Desperté a las siete de la mañana y era de noche. Preparé cena. Regresé del trabajo. Apagué el computador. Terminé el trabajo. Almorcé. Trabajé. Llegué al trabajo. Desayuné. Salí de la casa. Aún estaba en casa preparándome para ir al trabajo. Me desperté. Eran las siete de la mañana, por suerte estaba claro.
¡Que sueño tan raro! Cuando me acueste siempre lo haré del mismo lado de siempre en la cama. No volveré a romper las reglas.

Monday, August 27, 2007

Gritos en la selva

Mientras alejamos nuestros corazones, acercamos las dudas, la rabia.
Corro desesperadamente atravesando la selva oscura, dejando atrás
mentiras, incongruencias, sin importarme los ramalazos en la cara.

Grito mientras corro, para dejar salir aquello atrapado en mi ser,
aprovechando el viento fuerte de la selva para que se lo lleve bien lejos.
Grito dejando salir sentimientos tibios, humedos, salados,
Aquellos que no pudiste sentir y que estaban atascados dentro de mi
por no querer abrir la boca.

Thursday, June 28, 2007

Varada en el laberinto de la soledad.


Desde aquel fatídico día que caí en este agujero se me ha hecho imposible salir del laberinto de la soledad.
He caminado días enteros entre estas paredes sin poder encontrar la salida.

Un día de aquellos en los que mis pies no aguantaban un paso más, un ser de carne y hueso se acercó a mi y caminó a mi lado por el laberinto. Al parecer también se había caído por el agujero. Lo abracé para recordar qué se sentía. Disfruté su calor aún teniendo aquel presentimiento latente que me pronosticaba nieve y mucho frio. Caminamos juntos.

Había transcurrido poco tiempo en el reloj de mi cabeza cuando sentimos la presencia de la sombra de la duda y el miedo.
Nos persiguió por mucho tiempo segura de poder atraparnos. Corrimos. Le pedí detenernos para enfrentarla y desaparecerla. Me detuve. Él decidió seguir huyendo y la sombra siguió tras él.
... y me quedé varada en medio del laberinto de la soledad, esperando algún día encontrar la salida y siempre en asecho de la maldita sombra de la duda y el miedo para destruirla de una vez por todas y evitar que muchos sigan perdiendo su libertad.

Tuesday, June 12, 2007

Mis alas brillantes de mariposa soñadora

Ayer soñé que me convertí de oruga a mariposa. Mis alas eran hermosas, de colores vivos y brillantes. Al verlas sentí un deseo imperativo que me obligó a volar y mostrar orgullosa mis alas al viento, desafiándolo. Volé muy alto. Vi un grupo de mariposas volar a lo lejos. Pude ver que todas eran color naranja. Se fijaron en mi y al ver que mis alas eran de muchos colores y muy brillantes inmediatamente se alejaron. Seguí avanzando y divisé otro grupo de mariposas. Apresuré el vuelo y me acerqué a ellas. Todas eran color azul. Al igual que el otro grupo, me miraron y se alejaron. Yo decepcionada decidí volar más alto, donde no pudiera encontrarme ninguna otra mariposa monótona. Alcé vuelo y subí lo más alto que pude. Me encontré de frente con un remolino de viento. No pude evitar ser arrastrada por él. Di vueltas y vueltas hasta ver todo negro.

Cuando recobré la vision me encontraba en un lugar desconocido. Al paso de unos minutos me sentí con fuerzas para volver a volar. Volé. Vi a lo lejos otro grupo de mariposas. Me acerqué. Para mi sorpresa todas las mariposas eran de muchos colores y muy brillantes. Me sentí bien. Me uní a ellas. Volamos juntas hasta donde el viento nos quizo llevar, dispuestas a parar y volver a volar donde el viento nos quiera llevar, sin importar la dirección o el clima.

Thursday, May 24, 2007

¡A emprender mi viaje número 29!

Llegando al final de mi viaje número 28, debo reportar que fue muy largo, ya que todo el recorrido fue a pie. He llegado muy cansada hasta el final.
Como en todos mis viajes he recorrido mucho. He aprendido a conocerme más. A valorarme. A entender de las barreras, de los tropezones y saber levantarme después de haber caído. A saborear los momentos dulces, segundo a segundo y a escupir los amargos para que sean más cortos.
Reconozco los últimos días de mi viaje como los más dulces y creo que siempre el final de un viaje define el principio del otro. Esta conclusión es lo que hace que se refleje este brillo en mis ojos. Sonrio y pienso: ¡a emprender mi viaje número 29! Con mi equipaje repleto de ropajes verdes y grandes sueños por alcanzar.
Ahora los dejo. Afuera me espera una nave, preparada para transformarse en auto, submarino y cohete si fuera necesario. Esta vez estoy lista para lo que venga y hasta tengo un espacio a mi lado, si alguien se anima a acompañarme.

Wednesday, May 02, 2007

Sombras

Las que forman mi figura oscura.
Las que no temen.
Las que no sienten.
Las que no sueñan.

Un día las sombras se apoderaron de mi.
No dejaban ver mi lado claro, mi lado positivo.

Tendieron una trampa a mi cuerpo.
Se hicieron pasar por mi.
Vieron a través de mis ojos.
Se apoderaron de mi mundo.

Escondieron mis sueños, para luego devorarlos
con ansias de hacerlos suyos.

Me revelé ante ellas.
Descubrí su vulnerabilidad a la luz.
Les tendí una trampa.
Las expuse a la luz más grande
que mis ojos pudieron aguantar.

Se esfumaron.
Se marcharon sin dejar rastro alguno de oscuridad.

Ya libre, decidí jamás dejar caminar el cuerpo
y el alma por lugares oscuros.
Quiero evitar verme frente a frente
con las sombras del temor,
la duda y la frialdad.

Thursday, April 26, 2007

Cuando se secó el río de mis lágrimas

Aquel fue un día triste. La amargura inundaba mi corazón. Mis ojos decidieron hundirse en llanto hasta que el río de mis lágrimas se secó. No me había dado cuenta que estaba seco hasta que otro golpe de la vida me entristeció y sentí la necesidad de llorar. Cuando quice romper en llanto no lo conseguí. Mis lágrimas no salían, entonces supe que no tenía lágrimas. Salí a la calle en busca de una solución a mi problema. Rodando y rodando comencé a ver las cosas que usualmente están presentes en las calles de mi país. Niños con caras largas en las esquinas, como si cargaran las culpas de todo ser vivo existente sobre esta tierra. Grandes agujeros, donde caben los sueños y esperanza de todos, ladrones y asesinos disfrazados de policias y hombres en carros con placas especiales camuflageados de seriedad (eso es sólo un disfraz). Ver todo esto me causó disgusto, lo cual provocó nubes negras en mi cabeza, las cuales estallaron en lluvia que mojó todo mi ser y el río de mis lágrimas volvió a llenarse. En ese momento ya no quería llorar de tristeza, sino de rabia e impotencia. De alguna manera tenía que liberar la corriente de mi río, que gracias a las desgracias de mi país había logrado rescatar.

Wednesday, February 21, 2007

Un paseo por mi corazón

Ayer mientras hablábamos me dijo: "de lo malo, ¿no te acuerdas?". La pregunta fue como un resorte para mi mente, la cual fue empujada a hacer un recorrido interno por el corazón. Cerré los ojos y lentamente me fui autoadentrando. Mi travesía inició por la boca. Pasé por la garganta y bajé hasta el corazón. Al llegar eché un vistazo. Todo parecía estar en orden. Los latidos sonaban perfectos. Seguí caminando y de pronto tropecé. Me deslicé por un tunel. Al caer me puse de pie. El lugar parecía estar abandonado. Deshabitado. En las paredes habían recuerdos colgados. Los observé y vi que todos eran negativos... Utilicé una lupa para verlos más detalladamente. Temía que aún latieran. Observé. Contemplé. Descubrí. Respiré. ¡Estaban todos muertos!. Concluí que me encontraba en el olvido. El lugar en mi corazón donde estaba lo borrado. Al fondo vi una puerta. La abrí. Penetré en otro espacio. Estaba más iluminado. Brillante. Positivo. Me di cuenta que estaba en el lugar perteneciente al presente. Allí todo era más claro, más seguro.
Satisfecha decidí salir al espacio exterior. Me alejé del corazón. Pasé por la garganta y salí por donde mismo entré. Al encontrarme fuera otra vez, su voz me hizo regresar de nuevo en sí, repitiéndome: "de lo malo, ¿no te acuerdas?", inmediatamente recordé mi travesía por el olvido y sin esperar más respondí: no, de lo malo no me acuerdo.

Wednesday, February 07, 2007

Viajando en el árbol de los sueños

Caminaba rápidamente. Comenzaba a pensar que aquel bosque no tenía final. Ya mis pies no soportaban un paso más.
Vi aquel hermoso árbol. Me acerqué a él. Quería sentarme a su sombra. Descansar. Llegué. Me posé en su regazo y apoyé mi cabeza en su tronco. Inmediamante fui invadida por un intenso sueño. No aguanté y me quedé dormida.
Soñe cosas maravillosas. Vivía en un mundo perfecto donde mis cosas favoritas estaban siempre presentes. Mis canciones, mis colores, mis olores. Era mi mundo ideal... Me desperté. Estaba como encantada.
No quería irme de allí. Quería volver a dormir. Memoricé mil veces el camino que me llevó al árbol y desde ese momento aquel lugar se convirtió en mi favorito. Mi refugio. Mi escape.
Diariamente iba a soñar al árbol. Un día llegué y no lo vi. Pensé que había olvidado el camino. Di vueltas por todas partes. Busqué y busqué. Estaba segura que ese era el lugar. Nunca lo olvidaría. Entonces miré al suelo. y... allí estaba. Tirado.
Al parecer había sido víctima de algún leñador asesino. Me arrodillé frente a él y lloré hasta que mis ojos se cansaron. Se había terminado mi mundo de maravillas, de ensueño. No creía poder seguir viviendo sin aquellos sueños dorados que me hacían soportar la realidad gris.
Después de un largo rato decidí sacar mis sueños de aquel árbol sin vida. Recordé que tenía en mi mochila una jeringa.
La saqué. Inyecté el árbol y extraje todos mis sueños, mi mundo maravilloso. Me disponía a inyectarlos a otro árbol, entonces me dije, si los pongo en otro árbol estaré atada a él también para poder soñar. Miré mi brazo y sin pensar demasiado me inyecté mis sueños justo en las venas. Inmediatamente sentí un cambio brusco de ánimo. Cerré mis ojos y al abrirlos nuevamente ¡estaba en mi mundo maravilloso!. Siempre viviré allí. Ahora mis sueños corren por mis venas, son parte de mi.

Wednesday, January 17, 2007

Prefiero estar viva


Un día me desperté y todo empezó a ser diferente para mi...

Abrí los ojos. Ya eran las diez de la mañana. Lo vi dormido a mi lado. Me levanté. Fui al baño. No tenía agua.Tampoco la bañera. Salí del cuarto extrañada a revisar el resto de la casa. Fui a la cocina y noté que las cosas tenían una apariencia diferente. Miré a todas partes y fue cuando me di cuenta que los objetos de mi casa parecían plásticos.
Me acerqué a cada uno de ellos y efectivamente ¡eran plásticos! Quedé tan sorprendida que no pude moverme durante unos segundos, hasta que unas preguntas en mi cabeza me sacaron de mi estado inerte. ¿Cómo pasó ésto?, ¿cómo estaba él?. Cuando recobré el movimiento subí rápidamente las escaleras plásticas. Entré a la habitación. Lo vi. Aún dormía. Lo toqué. Se sentía raro. Acerqué mi rostro al suyo y mi asombro fue mayor. ¡Era de plástico también!. Mi mente disparó. ¿y yo?.
Miré mis pies y en ese mismo instante empezaban a convertirse en plásticos. Pensé. Si mi corazón late es porque aún soy humana. Toqué mi pecho y respiré. Eschuché mis latidos. Eran lentos, pero estaban allí. Entonces me dije: tengo que parar esto, sino, terminaré siendo de plástico igual que todo lo demás. Salí corriendo de la casa. Me paré en la acera y abracé a un joven que pasaba casualmente por allí. Inmediatamente, como por arte de magia, las partes de mi cuerpo que se habían convertido en plástico volvieron a ser de carne y hueso otra vez. Le di las gracias al joven. El siguió su camino. Yo comencé a caminar en otra dirección. Me alejé de aquella casa y me fui decidida a nunca dejar enfriar mi corazón, mi carne, mis huesos. Todavía prefiero estar viva.

Wednesday, January 10, 2007

Sepultando sentimientos negativos


Hace poco engendró mi corazón sentimientos negativos. Comenzaron siendo simples e insignificantes,
pero yo sabía que si los dejaba se harían más grandes y perturbadores. Entonces sentí la necesidad de sacarlos de mi.
No quería tenerlos. No quería ver su primer aliento de vida. Ni criarlos. No quería verlos crecer. Quería abortarlos.
Desaparecerlos.
Planee. Estaba todo en mi mente. Los dejaré creer que nacerán y vivirán.
Y el día que estaban listos para nacer, me fui al olvido. Grité muy fuerte, usando el corazón como mi boca,
todo aquello que había engendrado. Mis sentimientos negativos. Los vi salir. Formaron figuras, palabras, nombres.
Luego se fueron deshaciendo mientras caian al vacio. Me sentí liberada.

Descansen en paz sentimientos negativos.

... y quedaron sepultados en el olvido, el bolsillo en mi corazón donde guardo lo que no sirve en mi vida para no verlo jamás.